9 de marzo de 2012

Sobre la televisión y nombres raros (III)

Tipos de leche:
Para bien o para mal, vivimos pegados a la televisión. No te sonará entonces extraño oir eso de "leche sin lactosa" o "leche rica en calcio" sin obviar el "leche con soja" pasando por el "leche con omega 3". La tradicional clasificación entre leche entera, semidesnatada y desnatada parece haber quedado obsoleta.

Ya hemos hablado antes sobre la publicidad. Es cierto que si los anuncios que vemos actualmente se emiten en televisión es porque han pasado una serie de controles, como el código PAOS. Pero es fácil buscar vacíos en estas normas. 
El caso más común es el de ensalzar propiedades de los alimentos que de por sí ya tienen, pero usando palabrería científica suenan mejor. Algo así pasa con la leche:

Leche. Generalidades:
Tal vez convenga recordar que la leche procede de las vacas. U ovejas. O cabras. La más consumida es de vaca. Y a pesar de lo que puedan pensar muchos estudiantes de primaria, no procede del tetra brik.
Al igual que nuestras madres nos alimentaron a nosotros con leche materna, las vacas alimentan a los terneros con su leche materna. Se están llevando estudios en la actualidad con presos de cárceles en Estados Unidos para ver si un ser humano es capaz de alimentarse tan sólo consumiendo leche materna. 

La leche de vaca, en cambio, no puede utilizarse como fuente nutricional exclusiva para humanos. Pero sí supone un alimento de lo más completo e importante en una dieta sana y equilibrada. (Recuerda: los lácteos deben consumirse a diario).

Los principales componentes de la leche de vaca son:
  • Agua: el 91% de la leche es agua. 
  • Grasa: la leche pura de vaca tiene en torno a un 4% de materia grasa. Se trata de grasa saturada en su mayoría. Una fuente de energía a largo plazo.
  • Azúcares: cuando hablamos de azúcares no hablamos sólo del azúcar de mesa. En este caso, el azúcar mayoritario de la leche es la lactosa, estando presente en un 3%. No es un azúcar especialmente dulce como bien te habrás percatado.
  • Proteínas: suponen un 2% de la composición de la leche. Son importantes en tanto en cuanto aportan aminoácidos a la dieta; pero su valor nutricional no es muy elevado.
  • Cenizas: decir cenizas no suena del todo bien. Podemos emplear como sinónimo de cenizas la palabra minerales. Incluimos aquí el calcio, el más importante de todos ellos. Se encuentra en muy baja proporción.
Ya conoces los componentes básicos de la leche. Pero la encaprichada industria alimentaria no hace más que innovar y lanzar nuevos productos al mercado. Hablaremos brevemente sobre sus propiedades:

Leche rica en calcio:
El calcio es el mineral por excelencia de la leche. La leche es además una de las pocas fuentes de calcio que existen en la alimentación. Por esto se considera importante que las personas jóvenes, en edad de crecimiento (0 a 20 años) consuman abundantes productos lácteos. 
No obstante, a medida que los seres humanos crecemos, la absorción de calcio por parte de los huesos va disminuyendo hasta llegar a un punto (vejez) en el que la cantidad de calcio absorbida es prácticamente nula. 

Teniendo esto presente... ¿consideras útil que una persona de avanzada edad consuma productos lácteos ricos en calcio?. Estos productos serían apropiados para personas en edad de crecimiento, y no como la televisión nos los vende para personas mayores. Sus huesos ya están formados, y poco a poco irán degenerando (ya que cuando el organismo necesita calcio, se lo sustrae a los huesos). Es ley de vida. No por ingerir más calcio nuestros huesos van a fortificarse en edad avanzada.

Para la absorción de calcio es imprescindible la vitamina D. Es por esto que muchos preparados lácteos incluyen suplementos de esta vitamina para favorecer la absorción del mineral. Ante estos productos, nada que objetar. Tan sólo lo inútil que resulta dirigirlos a personas de avanzada edad.

Leche sin lactosa:
Personalmente, considerado uno de los avances tecnológicos más importantes en la industria alimentaria. Europeos y norteamericanos presentamos una mutación en nuestros genes que nos permite consumir leche (y por lo tanto lactosa) hasta edades avanzadas. En el resto del mundo esto no es así. Un chino o un africano tan sólo pueden tomar leche durante los primeros meses de vida. Esto se debe a la intolerancia que ellos tienen por la lactosa. Pero como ya he dicho, europeos y norteamericanos no poseemos dicha intolerancia gracias a nuestros genes.

Sin embargo, esto no dura siempre. A medida que envejecemos perdemos la capacidad de digerir lactosa; y por lo tanto, nos volvemos intolerantes, como el resto del mundo. Por esto, la leche sin lactosa es más que recomendada para personas ancianas.

La eliminación de la lactosa de la leche se lleva a cabo de manera natural, añadiendo un enzima (proteína) llamado lactasa. Este enzima lo que hace es atacar a la lactosa de la leche y fragmentarla en glucosa. Es decir, toda la lactosa de la leche se transforma en glucosa y galactosa, dos azúcares más simples que sí podemos tolerar. 
La presencia de glucosa aporta a esta leche un sabor dulce (pero no tanto como la sacarosa, que es el azúcar de mesa). Si alguna vez pruebas la leche sin lactosa, te darás cuenta de que tiene un ligero sabor dulce gracias a este azúcar. 

Curiosidades:
Como ya sabes ahora, las personas que podemos tomar leche hasta edades avanzadas sin sufrir ningún tipo de problemas somos los "raritos". La mayor parte de la población mundial no puede tomar este alimento (pero sí pueden tomarlo sin lactosa). 
En la cultura china, consumir leche está mal visto. Para ellos, el hecho de hacerlo es equiparable al hecho de beber saliva de la vaca. Lo ven como dos fluidos no aptos para el consumo humano. Es por esto, que los chinos no beben tan siquiera leche sin lactosa (que sí pueden asimilar).