La
creciente demanda de productos y el consumismo de estos por parte de la
sociedad, ha llevado a la industria alimentaria a innovar en sus
creaciones. No es extraño ahora encontrarnos en el mercado productos que
supuestamente "Activan el tránsito intestinal" o "Protegen nuestro
organismo"; además de los que tienen aplicaciones terapéuticas tales como
reducir el colesterol en sangre.
La publicidad
es publicidad, y hemos de ser escépticos ante ella. Existe una fuerte
legislación que regula lo que vemos por la televisión (como el Código PAOS,
que en 2005 exterminó 1700 anuncios fraudulentos); pero aun así, los
anunciantes son capaces de buscar las cosquillas a este conjunto de leyes y
anunciar propiedades sobre sus productos de dudosa veracidad.
Es cierto que no se puede considerar mentira todo lo que se anuncia respecto a productos alimentarios, pues si han pasado por el filtro PAOS algo de verdad tiene. Aclaramos aquí algunos conceptos al respecto:
Lípidos - OMEGA 3
¿Qué es el
omega 3?
El omega 3 no es más que un conjunto de ácidos
grasos (y por llevar el sufijo "grasos" no quiere decir que sean
malos). En la imagen os presento un ácido graso de este grupo:
Este omega 3 es
concretamente el ácido linolénico
Para los que no
estén muy familiarizados con este tipo de nomenclaturas, paso a explicar brevemente
por qué se llama "Ácido graso omega 3".
· En la fórmula
del ácido, se puede apreciar una larga cadena en "zig-zag". Esa cadena
está compuesta por átomos de carbono e hidrógeno. Cada "pico"
de la cadena de "zig-zag" se corresponde a un átomo de carbono.
· En esa misma
cadena en "zig-zag" se pueden ver líneas dobles. Esto es lo que se
conoce como insaturación. El ácido graso de la imagen tiene tres insaturaciones.
· Si comenzamos a contar átomos de carbono
de derecha a izquierda, vemos que la primera insaturación se encuentra
en el átomo de carbono 3. Por esto mismo, se conocen a estos ácidos grasos con
el nombre de "Omega 3".
¿Por qué son
buenos?
Ya hemos
hablado muchas veces sobre lo bueno o malo de los alimentos. Debéis saber que no
hay nada malo, todo está bien en su justa medida.
Sobre los
ácidos grasos insaturados (que forman parte de las famosas "grasas
insaturadas", de las cuales ya hablaremos), aportan numerosos
beneficios al organismo al protegernos ante infartos y prevenir la
aparición de colesterol en sangre.
Esta propiedad
la poseen todos los ácidos grasos insaturados. No solo el grupo omega
3 es insaturado. Los del grupo omega 6 y omega 9 también lo
son, pues como bien sabes ahora, los números 6 y 9 indican la posición de la
cadena en "zig-zag" en la que se encuentra la primera insaturación de
los ácidos grasos.
Dedicaremos otras entradas en este blog para tratar
sobre el mismo tema, hablando más extensamente sobre los ácidos grasos saturados
e insaturados.
¿Por qué salen en la tele?
En
la leche, en el pescado, en las conservas... ahora todo lleva omega 3.
¿No lo llevaba antes? La respuesta es SÍ. Pero al oído suena bien. Por
eso, los comerciantes, han sacado esa palabra de la sombra y le dan
tanto juego.
Bien es cierto que muchos productos han sido enriquecidos con este ácido graso para, supuestamente, mejorar sus propiedades.
No obstante, debemos andarnos con cuidado. Una ingesta excesiva de cualquier tipo de grasas siempre lleva asociados problemas de colesterol, hipertensión, ateroesclerosis... Además, unos curiosos estudios (como el Estudio 7 Países o el Estudio Framinghan)
revelan que el consumo frecuente y moderado de este tipo de ácidos grasos reduce el número
de muertes por infarto pero aumenta el número de fallecimientos por
suicidio. Ahora bien, esto no debe alarmar a nadie pues se trata de un
aumento irrisorio y no se le ha podido atribuir científicamente al hecho de consumir grasas poliinsaturadas.
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