14 de septiembre de 2012

Vitamina B1 o Tiamina


Primera vitamina del grupo B. La nomenclatura dentro de este grupo no tiene nada en especial, pues los sufijos numéricos tan sólo hacen referencia al orden cronológico en el que fue descubierta la vitamina.
En el caso de la vitamina B1 o tiamina, la forma activa en nuestro organismo es el pirofosfato de tiamina:

  • Estructura química: 
Se trata de un anillo de pirimidina unido mediante un puente metileno a un anillo de tiazol al que en el interior de las células de nuestro organismo se le incorpora un grupo pirofosfato por la acción del ATP:


  • Fuentes de obtención:
Son diversos los alimentos en los que podemos encontrar esta vitamina. No obstante, debemos tener en cuenta que hay procesos que degradan al compuesto tales como el calentamiento, valores de pH superiores a 4'5, conservantes como sulfitos y nitritos, contacto excesivo con el oxígeno e interacción con taninos y flavonoides. (Para ver el proceso degradativo de esta vitamina pincha aquí). De sus fuentes, destacan entre otras:

     - Carnes

     - Cereales completos
     - Hígados animales
     - Legumbres y verduras 
     - Frutos secos
     - Pan integral 


  • Funciones que desempeña:
En los seres humanos, el pirofosfato de tiamina es responsable de mantener el correcto funcionamiento de importantes procesos metabólicos. De entre ellas destacan: 
  1. Adecuado funcionamiento en las rutas metabólicas de hidratos de carbono, grasas y proteínas.
  2. Mantenimiento del funcionamiento normal de las neuronas.

  • Enfermedades por deficiencia:
Una ingesta excesiva de esta vitamina no supone en principio ningún problema para nuestro organismo ya que su exceso es eliminado mediante la orina. En cambio, una deficiencia puede ser causa de la temible enfermedad del beri-beri. El beri-beri es una enfermedad endémica en poblaciones cuya base alimenticia es el arroz descascarillado. En los países desarrollados suele producirse esta enfermedad en alcohólicos crónicos, ya que el alcohol inhibe la absorción intestinal. 
Esta enfermedad puede causar cuadros meníngeos, afonías, convulsiones, insuficiencias cardíacas e incluso la muerte. Otros síntomas asociados son las alteraciones de memoria, confusión mental, calambres musculares y pérdida de reflejos.

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