10 de octubre de 2011

Una de sociedad

La tele, las revistas... publicidad y moda en general. Ellos mandan hoy en día, ellos marcan los cánones de muchas cosas y, entre ellas, de belleza. ¿Por qué aceptamos esto como "bello"?
 
               
No quiero decir con esto que sea "feo" o "malo". Simplemente, que la sociedad ha establecido como saludable estereotipos como los de la imagen. ¿Por qué? Como he dicho, la prensa y el mundo de la moda tienen la culpa. Tal vez sea que con ese hombre y esa mujer consigan un mayor número de ventas, o tal vez haya otro tipo de intereses. 

En la antigüedad, hace 2.000 años por lo menos, los estereotipos de belleza eran otros:



Puedes ver que las proporciones de una mujer bella y atractiva son totalmente las opuestas a las de una mujer hoy en día. Una de las posibles explicaciones a estos cambios en la sociedad puede ser la disponibilidad actual de alimentos. Hoy en día, en países desarrollados, tenemos una gran disponibilidad alimentaria (excesiva diría yo). Como puedes imaginar, en la antigüedad no era así. Faltaba alimento. Por ello, se consideraba "atractivo" una mujer de "gran envergadura", como la de la foto, pues era indicio de que se podía permitir el lujo de comer en abundancia. En cambio, hoy tenemos la situación contraria. Sobra comida, y por lo tanto, admiramos un cuerpo que sea capaz de "controlarse" a tanta opulencia. Es decir, que mantenga una forma esbelta y sin curvas.


Fundamental: 
Cada persona es un mundo. No te empeñes en alcanzar los ideales de belleza actuales. ¡Es que no podemos! Si tú has nacido de complexión fuerte, no te traumatices... eres así, no haces nada mal. Tu metabolismo es distinto al de otra persona que por mucho que come, no engorda. 
Es fundamental que aceptes tu cuerpo tal y como es. De complexión fuerte, de complexión delgada... da lo mismo. Es muy fácil decirlo, pero no podemos dejar que los medios nos dicten conductas, ni la sociedad. La gente es cruel, pero cada uno es como es y no hay vuelta de hoja, no podemos hacer milagros. Debes saber que con una dieta equilibrada nos mantenemos sanos, independientemente de nuestra complexión.

7 de octubre de 2011

Nuestro cuerpo come...


Nosotros comemos para satisfacer el apetito de nuestro cuerpo. Hay veces que no tenemos ganas de comer, pero nuestro cuerpo sí y no avisa. 

¿Qué son?
Los hidratos de carbono o glúcidos son la principal fuente de energía para nuestro organismo. Si atendemos a su composición química son los más simples, formados únicamente por carbono (C) e hidrógeno (H) y en contadas ocasiones por otros elementos sencillos. Podemos establecer 3 grupos dentro de los glúcidos:

· Monosacáridos: son los más sencillos. Tan solo tienen de 3 a 7 átomos de carbono y cualquier glúcido debe ser transformado en monosacárido para que nuestro organismo pueda absorberlo. El más importante es la glucosa y muchos hidratos de carbono se transforman en este monosacárido para su absorción. No se encuentran de forma natural en los alimentos.

· Disacáridos: están formados por la unión de dos monosacáridos. Son importantes porque se encuentran en muchos alimentos de forma natural y se transforman fácilmente en monosacáridos para su absorción. La sacarosa (azúcar común) es el más importante, porque está formado por 2 moléculas de glucosa que se hidrolizan ("separan") con facilidad.

· Polisacáridos: están formados por cientos y cientos de monosacáridos. Son importantes porque se encuentran de forma natural en los alimentos y son la mayor fuente de glúcidos. Los más importantes son el almidón y el glucógeno (presentes de forma natural en alimentos). El glucógeno se almacena en el organismo para sintetizar glucosa cuando sea necesario.

¿Qué "gasta" glúcidos?
Pues te lo voy a contar con un croquis, que así entran mejor las cosas:

Como ves en el mini-croquis, monosacáridos y disacáridos se transforman en glucosa. El cerebro es el órgano que más precisa de glucosa para su correcto funcionamiento. Es también la glucosa muy importante porque todas las células del cuerpo la emplean para producir energía (en un proceso denominado glucólisis). 
El glucógeno es el polisacárido más importante que ingerimos y lo almacenamos en el hígado. Bien es cierto que cuando el organismo necesita glucosa y no la hay en suficiente cantidad, recurre al glucógeno que mediante unas reacciones se transforma en glucosa (en una ruta denominada glucogénesis).

¿Por qué son importantes?
Son la primera reserva de nutrientes que el cuerpo consume para producir energía. Suponen el 60% de una dieta equilibrada. Una ausencia de glúcidos implica que el cuerpo utilice otros nutrientes que tienen otras funciones para producir la energía que falta. 
Como ves en nuestra pirámide alimentaria, los hidratos de carbono deben ser consumidos a diario (y varias veces). Puedes hacerlo a través del pan, de la pasta, de los cereales... ¡incluso de los dulces! pero ya sabes que no conviene abusar de estos últimos.

Mitos infundados...
Ya sabes (o no) que por ahí corren rumores sobre los hidratos de carbono... voy a contarte los que son mentira y por qué:

- "El pan engorda" 
¡Mentira! El pan está elaborado a partir de trigo, levadura y sal. El trigo es un cereal, y por lo tanto, una fuente de hidratos de carbono. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Es decir, el pan es lo primero que nuestro cuerpo quema. No puede engordar una cosa que se quema nada más ser ingerida. 
Es la sal la que puede causar problemas de hipertensión en personas de edad avanzada. 
Así que ya sabes... un trozo de pan en las comidas no hace daño a nadie.

- "La pasta engorda"
¡Mentira! Te digo lo mismo que para el pan... algo que se "quema" nada más ser ingerido no puede engordar. 

Precauciones:
En cada uno de los nutrientes que expliquemos voy a decirte lo mismo. En el punto medio está la virtud. Es obligatorio comer hidratos de carbono todos los días para satisfacer las necesidades energéticas del organismo. Pero si abusas de ellos... (Comer, merendar y cenar macarrones, por ejemplo) puedes tener un problema. Tal vez aquí sí veamos un aumento en el peso... porque todos los hidratos de carbono que no has podido "quemar" se han trasformado en grasas, y estas se almacenan en el cuerpo.
Pero que no cunado el pánico, puedes comer y cenar tranquilamente un buen planto de macarrones que no vas a engordar un ápice. Eso sí, no me lo hagas todos los días.

Tenemos una amiga


Vamos a familiarizarnos con una nueva amiga... la pirámide de los alimentos. En ella podemos encontrar las proporciones de los alimentos que debemos ingerir para llevar una dieta equilibrada. En la base encontramos los alimentos cuya ingesta es más frecuente (varias veces al día) y a medida que ascendemos, aquellos cuyo consumo es más ocasional. Y aquí os la presento:


· Zona intermedia: encontramos productos de consumo semanal (2 o 3 veces durante los 7 días). Son alimentos ricos en proteínas, tales como carnes blancas (pollo, pavo...) pescado (combinando "blanco" y "azul". Ya trataremos este tema) productos lácteos (ricos en proteínas y azúcares) huevo... etc.

· Cúspide: encontramos los productos cuyo consumo debe ser ocasional. Tienen un elevado contenido en grasas. Nos referimos a carnes rojas (ternera, vacuno en general...) embutidos y dulces.

Vemos cómo la pirámide se acompaña de actividad física diaria y abundante agua (5 vasos mínimo). Trataremos estos aspectos más adelante.
Por último, decir que se trata de una clasificación muy general, iremos desglosándola poco a poco y hablando de sus excepciones.