7 de octubre de 2011

Nuestro cuerpo come...


Nosotros comemos para satisfacer el apetito de nuestro cuerpo. Hay veces que no tenemos ganas de comer, pero nuestro cuerpo sí y no avisa. 

¿Qué son?
Los hidratos de carbono o glúcidos son la principal fuente de energía para nuestro organismo. Si atendemos a su composición química son los más simples, formados únicamente por carbono (C) e hidrógeno (H) y en contadas ocasiones por otros elementos sencillos. Podemos establecer 3 grupos dentro de los glúcidos:

· Monosacáridos: son los más sencillos. Tan solo tienen de 3 a 7 átomos de carbono y cualquier glúcido debe ser transformado en monosacárido para que nuestro organismo pueda absorberlo. El más importante es la glucosa y muchos hidratos de carbono se transforman en este monosacárido para su absorción. No se encuentran de forma natural en los alimentos.

· Disacáridos: están formados por la unión de dos monosacáridos. Son importantes porque se encuentran en muchos alimentos de forma natural y se transforman fácilmente en monosacáridos para su absorción. La sacarosa (azúcar común) es el más importante, porque está formado por 2 moléculas de glucosa que se hidrolizan ("separan") con facilidad.

· Polisacáridos: están formados por cientos y cientos de monosacáridos. Son importantes porque se encuentran de forma natural en los alimentos y son la mayor fuente de glúcidos. Los más importantes son el almidón y el glucógeno (presentes de forma natural en alimentos). El glucógeno se almacena en el organismo para sintetizar glucosa cuando sea necesario.

¿Qué "gasta" glúcidos?
Pues te lo voy a contar con un croquis, que así entran mejor las cosas:

Como ves en el mini-croquis, monosacáridos y disacáridos se transforman en glucosa. El cerebro es el órgano que más precisa de glucosa para su correcto funcionamiento. Es también la glucosa muy importante porque todas las células del cuerpo la emplean para producir energía (en un proceso denominado glucólisis). 
El glucógeno es el polisacárido más importante que ingerimos y lo almacenamos en el hígado. Bien es cierto que cuando el organismo necesita glucosa y no la hay en suficiente cantidad, recurre al glucógeno que mediante unas reacciones se transforma en glucosa (en una ruta denominada glucogénesis).

¿Por qué son importantes?
Son la primera reserva de nutrientes que el cuerpo consume para producir energía. Suponen el 60% de una dieta equilibrada. Una ausencia de glúcidos implica que el cuerpo utilice otros nutrientes que tienen otras funciones para producir la energía que falta. 
Como ves en nuestra pirámide alimentaria, los hidratos de carbono deben ser consumidos a diario (y varias veces). Puedes hacerlo a través del pan, de la pasta, de los cereales... ¡incluso de los dulces! pero ya sabes que no conviene abusar de estos últimos.

Mitos infundados...
Ya sabes (o no) que por ahí corren rumores sobre los hidratos de carbono... voy a contarte los que son mentira y por qué:

- "El pan engorda" 
¡Mentira! El pan está elaborado a partir de trigo, levadura y sal. El trigo es un cereal, y por lo tanto, una fuente de hidratos de carbono. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Es decir, el pan es lo primero que nuestro cuerpo quema. No puede engordar una cosa que se quema nada más ser ingerida. 
Es la sal la que puede causar problemas de hipertensión en personas de edad avanzada. 
Así que ya sabes... un trozo de pan en las comidas no hace daño a nadie.

- "La pasta engorda"
¡Mentira! Te digo lo mismo que para el pan... algo que se "quema" nada más ser ingerido no puede engordar. 

Precauciones:
En cada uno de los nutrientes que expliquemos voy a decirte lo mismo. En el punto medio está la virtud. Es obligatorio comer hidratos de carbono todos los días para satisfacer las necesidades energéticas del organismo. Pero si abusas de ellos... (Comer, merendar y cenar macarrones, por ejemplo) puedes tener un problema. Tal vez aquí sí veamos un aumento en el peso... porque todos los hidratos de carbono que no has podido "quemar" se han trasformado en grasas, y estas se almacenan en el cuerpo.
Pero que no cunado el pánico, puedes comer y cenar tranquilamente un buen planto de macarrones que no vas a engordar un ápice. Eso sí, no me lo hagas todos los días.

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